En
1997 Yolanda Rivera estuvo en México con la Sonora Ponceña
de Puerto Rico, ante el pedido del público azteca, que quería
verla con la excelente agrupación boricua,
con la que cantó éxitos, tocó timbales y fue
muy aplaudida.
En
los años siguientes no volvió más a México,
Yolanda Rivera. Se escucharon sus grabaciones con orquestas magníficas
como las de Rubby Haddock, Ray Barretto y Gabino Pampini, pero no
volvimos a verla en escenarios mexicanos, al mismo tiempo que su
asociación con la Sonora Ponceña se fue disolviendo:
“Yo
siempre he estado dispuesta (dice Yolandita) pero ellos no quieren
ya, que cante con la Sonora. No sé qué pasa. Por eso,
ahora mejor me manejo como cantante independiente...".
Fue
hasta la quincena inicial de Octubre de 2005, que la singular vocalista
morena volvió a foros aztecas, conservando su voz, estilo
y temperamento.
Salón
La Maraka, en Narvarte, ciudad de México. A las 2:15 de la
madrugada sube a la tarima Yolanda Rivera Pons, con su cabello en
tono rojizo, recogido hacia arriba, sus listones, vestido y zapatos
de pulsera, todo en rojo.
Abre
su debut con uno de sus mayores éxitos aquí, "Ahora
sí" de lo mejor de la Sonora Ponceña de los 80's,
excelente arreglo del maestro Papo Lucca:
“Unos
tragos de aguardiente, y el cantar de corazón...."
La
orquesta de José Luis Montalvo "El Criollo" con
tres trompetas y un trombón mas la sección rítmica,
trata de capturar y proyectar el estilo de la Ponceña. Y
sale adelante en la difícil empresa, sonando muy bien. La
voz de Yolandita está cómoda, a gusto:
“Oye
mi rumba qué buena, yo me tiro p' al solar...."
Terminando
su primer número "La Dama Rumbera" se dirige a
su público para saludarlo:
“Es
un placer para mi (dice por el micrófono) estar de nuevo
en México, con ustedes, después de años de
no venir. Estuve hace tiempo acá con la Sonora y ahora regresamos.
Bailaremos y gozaremos ésta noche, traemos más rumba
para ustedes...".
A
continuación, el que fue tal vez el mejor número de
la velada por musicalidad, por lo melódico, por el arreglo,
por la sabrosura: "Se formó" de aquel disco inolvidable
titulado "Explorando"... las trompetas de la orquesta,
a toda potencia, resuenan durísimo:
“Se
ha formado ya el rumbón, rumbero bueno, la rumba se ha formado..."
Yolandita nos revive toda una época, de rumba, sabor y añoranza
incomparable, salsa de excelencia. "Se formó" qué
duda cabe, es uno de los números capitales de su carrera.
Ahora,
cantándole al nombre del salón donde está actuando,
la gran morena entona sin orquesta, un trocito de aquella vieja
canción cubana:
“Échale
semilla a La Maraka, pa' que suene...."
La
gente ríe con ella, y le aplaude... una familia extiende
el pequeño pero sincero homenaje a la cantante: una bandera
de Puerto Rico... alguien le grita desde atrás: "Borinquen,
Yolanda, iBorinquen!" y es precisamente su siguiente número,
la esplendida canción de Johnny Ortíz:
“Fue
idea de Dios, nació Borinquen, en medio del mar...".
Esa
singular "Borinquen" que comienza como vieja danza puertorriqueña
para desembocar en sabroso guaguancó, le hace recordar ante
el público a su compañero y amigo de la Ponceña
de los 70's y que también fue cantante de la gran orquesta
del maestro Bobby Valentín. Nada menos que Luigi Texidor.
La gente también lo recuerda, con aplausos.
Yolandita
llena de salsa y remembranzas el viejo salón de Narvarte.
Nos trae de nuevo, el sonido de los mejores anos de la salsa. “Ahora
un tema de mi inspiración (anuncia ella) y la de mi sobrino,
Wendell Rivera, espero que les guste..."
El
número se titula "Otra vez vuelvo a cantar " ya
con la vocalista en pleno ambiente, cantando y bailando, pero también
con sus manos se da tiempo para dirigir a la orquesta:
“Otra
vez vengo cantando, vengan todos a bailar...."
En
seguida se dirige a la gente "a capela" sin orquesta,
con un saludo personal y melodioso:
“¿Cómo
estás amigo? te saludo con amor...."
Continúa
con otro número conocido del México salsero: "Rumba
en el Patio" de candeloso sabor puertorriqueño:
"La
rumba se ha formado, en el patio del solar, ahora sí, la
rumba está buena..."
Pide
bajar un poco el volumen del piano... luego firma autógrafos,
en plena tarima... pide agua mineral... está sudando, pero
está en su rumba, está en su elemento, está
con su gente...
En
la parte final de su debut 2005 en México, Yolandita canta
un número muy especial: "Hasta que se rompa el cuero
" que sigue fresco en la memoria del público, a pesar
de que ella lo grabó hace casi 25 años:
“Yo
y mi coro cantaremos, hasta que se rompa el cuero...."
Obedeciendo
a lo que dice el título, Yolandita parece querer ¡romper
el cuero! cuando deja el micrófono y le pide los palos al
timbalero para pegarle durísimo a los tambores y a la campana.
Como en los buenos tiempos, cuando el recordado Jessie Colón
le cedía las tarolas, "La Dama Rumbera" ataca los
timbales con una bravura tremenda, en una descarga que sorprende
al público.
Después
vuelve al micrófono para finalizar la canción y su
actuación inicial de su regreso a México, en medio
del cariño de los rumberos nacionales, los buenos entendedores
de la salsa.
Una
hora después subiría de nuevo a la tarima, para cantar
y bailar con su compañero de programa: el sonero peruano
Antonio Cartagena, en un evento fresco, diferente, novedoso, muy
esperado por el público, que nos regaló la empresa
de ese gran conocedor, Juanito Pachangas, al que debemos el acariciado
y poco valorado regreso de Yolanda Rivera, figura fundamental de
la rumba, señora de la salsa, señora porque tiene
señorío...y mucho sabor.
Enero
2006
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