Rumberos
legendarios...
HACE YA 10 AÑOS PERDIMOS A HÉCTOR
LAVOE Y LOUIE RAMÍREZ
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Por:
Mario Alberto Martínez
Fotos:Archivo
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"Los
inmortales son algunos predestinados que
cobran vida eterna en la memoria de los hombres".
( Diderot )
Acaban
de cumplirse diez años de la muerte de dos de los más
reconocidos baluartes de la música de salsa en todo el mundo:
los puertorriqueños Louie Ramírez y Héctor
Lavoe, ambos realmente capitales en la difusión de la nueva
música afroantillana, ambos nacidos en la llamada "Isla
del Encanto" y ambos también, fallecidos en Nueva York,
en el cierre del mes de Junio de 1993.
Mucho
más popular el vocalista Héctor lavoe, pero mucho
más productivo e importante el pianista, vibrafonista, timbalero,
arreglista y productor Louie Ramírez. Con su deceso, la cultura
musical del Caribe perdió a dos de sus máximos eatandartes
en el movimiento salsa, surgido a finales de la década de
los sesentas, justamente en Nueva York, creado por músicos
cubanos, dominicanos, panameños, colombianos, pero principalmente
de Puerto Rico.
La
gran energía creativa
Louie
Ramírez fue un estudioso de todas las percusiones, pero sobre
todo de los timbales y del vibráfono. Para el piano tenía
unas condiciones extraordinarias, pero le gustaba menos y poco a
poco fue centrándose en lo que fue la pasión de su
vida: escribir arreglos.
Eladio
Peguero, ese gran señor "La Voz de Oro del Caribe"
también conocido cariñosamente en su vasta carrera
como "Yayo el Indio" nos decía recientemente:
-Louie tocaba
el piano maravillosamente. Era casi un virtuoso, lo tocaba con un
dominio y una facilidad deliciosas, pero no le gustaba mucho. Prefería
tocar timbales, o vibráfono, pero sobre todo hacer arreglos
y producciones. Y en ésto fue de los más importantes...
Sus
comienzos registran varios trabajos en agrupaciones que Louie admiraba
mucho, como las que dirigían Joe Loco, Pete Terrace, Charlie
Paimieri o Joe Cuba. Sus primeros arreglos los escribió para
Tito Rodríguez y Johnny Pacheco, después los hizo
para casi todas las grandes orquestas de salsa de Puerto Rico y
Nueva York, incluídos los espectaculares y numerosos Estrellas
de Fania.
Fue
supervisor y principal impulsor musical de las disqueras Tico y
Alegre, y años después tuvo una
similar repercusión en la marca donde se grabó la
mejor salsa de todos los tiempos: la Fania de Jerry Masucci y Johnny
Pacheco. En su etapa de mayor creatividad, hizo arreglos y producciones
para artistas de la envergadura de Willie Rosario, Richie Ray &
Bobby Cruz, la Sonora Ponceña, Ismael Miranda, Pete "El
Conde" Rodríguez, Cheo Feliciano, Adalberto Santiago
e inclusive para el legendario Tito Puente, con quien colabora decisivamente
en aquel disco "Homenaje a Benny Moré" que fue
ganador de un premio Grammy. En 1980 recibió un "Disco
de Oro" por su trabajo en otra obra dedicada al llamado "Bárbaro
del Ritmo" y que se tituló simplemente "Benny Moré".
También ganó premios como mejor vibrafonista y mejor
arreglista. Pero su faceta de productor, seguramente no tiene paralelo
con la de ningún otro artista que se haya manifestado dentro
de la música afrocaribe, en todas las épocas.
En
los años recientes, formó una feliz sociedad con el
magnífico cantante Ray de la Paz, con quien grabó
casi una docena de discos, todos de altos niveles de calidad y sabrosura.
Hace tres años, cuando circulaba una tarde conduciendo su
coche por una calle de Nueva York le sorprendió un ataque
al corazón, que apenas le permitió estacionarse junto
a una banqueta, antes de fallecer ahí mismo. Con Louie Ramírez
se fue uno de los genios creativos y uno de los hombres más
sabios y talentosos de la mejor música de salsa que se conoce.
Pero cuando menos queda su extensa obra, grabada y disponible, para
los buenos entendedores de la rumba moderna.
"El
cantante de los cantantes"
Acreditado
como uno de los cantantes más populares y taquilleros de
la salsa, de nacimiento en el sur de Puerto Rico (Ponce, 1946) y
de nombre verdadero Héctor Pérez, lo fundamental de
su carrera lo desarrolló al convertirse en voz principal
de la orquesta de Willie Colón.
El añorado
Héctor Lavoe, que conoció los fundamentos de la música
cuando estudió junto al actual pianista, arreglista y director
de La Sonora Ponceña: Enrique "Papo" Lucca, se
inició cantando para la Orquesta Nueva York, después
lo hizo para el flautista, compositor y director dominicano Johnny
Pacheco y al comienzo de los setentas encontraba la consagración
como voz principal del naciente grupo de otro que pronto llegaría
también a la cima: Willie Colón. Antes de ésto,
Lavoe también fue corista de orquestas como la de Ray Barretto
y la Sonora Ponceña.
Sus
penalidades comenzaron pronto, casi desde su llegada a Nueva York,
donde enseguida tuvo problemas de drogadicción. Con los años
sus crisis personales se agravaron, cuando asesinaron a su suegra,
después sufrió el incendio de su casa y posteriormente
(1987) pierde a su hijo, muerto de un balazo en circunstancias no
muy claras.
A
pesar de todos esos infortunios, su talento nato de sonero, todavía
le dio el privilegio de ser el cantante más gustado de la
agrupación cumbre de la música de salsa: Las Estrellas
de Fania, independientemente de los éxitos que logró
con su orquesta propia.
Tras
un frustrado intento de suicidio a causa de sus problemas, una noche
de 1988 al sufrir una nuevadepresión, saltó desde
el octavo piso del Hotel Liberty, en
Puerto Rico, cayendo en la cubierta de lona de un restaurante, y
de ahí a la calle, 1esionándose gravemente un ojo
y causándose múltiples fracturas que acabaron por
recluirle en una silla de ruedas. En ese lamentable estado, Héctor
Lavoe recibió todavía ovaciones en algunas presentaciones
con las Estrellas de Fania, en un intento de su público y
de sus compañeros de profesión, por mostrarle solidaridad
y cariño... pero era visible que sus facultades habían
quedado severamente dañadas.
Nominado
para el premio "Grammy" de 1988 por su disco titulado
"Lavoe Strikes Back" y celebrado como uno de los cantantes
capitales del movimiento salsa, muere en 1993 en un hospital de
Nueva York, pero al igual que su compatriota Louie Ramírez,
deja una obra imperecedera y de muy alta calidad en su género.
Hoy recordamos aquí en AmericaSalsa.com a éstos dos
singulares rumberos, en el décimo aniversario de su partida.
Noviembre
2003
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