Andando por el Malecón Peralta Ramos
UNA RECORRIDA POR LA NOCHE CARIBEÑA DE
MAR DEL PLATA |
Por
Adrian Capurro |
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La
idea de colocarle este título a las presentes líneas fluye sola
y casi espontáneamente, al hablar de una ciudad con un boulevard
costanero que amén del brillo y belleza propios, nos lleva en una
ensoñación mágica a transportarnos mentalmente a aquel Malecón habanero
que anhelamos todos aquellos que nos encontramos tan emparentados
con la cultura antillana, aquel que al ritmo de sus caderas se menea
todo el mar Caribe. En el del caso que nos ocupa, el que contornea
la Perla del Atlántico, posee a su frente un Torreón, cuya imagen
permite un parangón fisonómico con el emblemático Morro cubano donde
se escuchan las sublimes melodías de los tradicionales sones santiagueros,
aquella música prodigiosa que me gusta definir como la musicalidad
de la cadencia.
Cómo
no pensar en tal paralelo, si además de lo escrito, al andar las
calles marplatenses nos encontramos un paladar cubano llamado "El
Malecón" además de una "Bodeguita del Medio", con todo lo que ello
encierra en cuanto a mística, sabor y color. No conformes con ello,
en Rivadavia al 3900 nos acercamos a La Casa de la Trova, con toda
la carga de contenido social y cultural que trae aparejada la conciencia
de la Nueva Trova. En la calle Güemes entre Castelli y Gascón, próximo
a la Bodeguita, nos recibe el querido Oniel que pone el ambiente
con sus "Son Zíngaros" a través de sus sones, guarachas y boleros;
el cubano Oniel Uriarte, amigo de esta página, al frente de un cuarteto
de música del Caribe hace las delicias de quienes eligen la Rambla
de Ponce para pasar un rato agradable al ritmo de la música propuesta
por este amigo habanero siempre entusiasta en su afán por difundir
la música y la cultura de su país. Y lo hace en forma excepcional
tanto desde los sitios a los que se presenta cantando con su conjunto,
como desde su programa de radio Salsoneando que se emite en esa
ciudad todos los sábados de 12 a 14 horas desde FM Residencias 96.5.
Sentí
muchas ganas de transmitir las vivencias propias de desembarcar
en una ciudad que consta de todos estos elementos y que le dan a
esa metrópolis bonaerense el gustito especial a ron que busca este
corresponsal. La descripta es la experiencia que viví el último
fin de semana largo, que se torna rica para quienes visitan esta
página por la oferta de música, sabor y color afrocaribeño y que
celebra encontrar estos lugares donde día a día se levanta un altar
pagano a esta música que tanto veneramos.
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