El premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, desde su época de estudiante se declaró admirador de nuestro invitado del día de hoy, Bienvenido Granda. En un audio que circula entre los coleccionistas, se puede escuchar a Gabo manifestando que “Yo llegué a admirar de tal manera a Bienvenido Granda, que siempre he creído que me dejé el bigote para toda la vida, por él, que lo llamaban El Bigote que canta, y en México, en los momentos de su gran apogeo, yo usaba el bigote muchísimo más grande y más poblado, y me llamaban los compañeros de trabajo, El Bigote que Escribe”.
El Nobel conoció a Bienvenido, en México, en el Teatro Blanquita, y confesaba que llegó a ser tan grande su afición por el cantante habanero, que donde quiera que se presentara, Gabo lo seguía.
En su eterna rebeldía García Márquez puyaba a sus colegas intelectuales diciendo que ellos evadían sus gustos populares. “Yo sé que a muchos intelectuales le gusta Bienvenido Granda, pero en secreto, y les da pena que se sepa. A mí no me da pena y me siento muy orgulloso que esto me guste, porque es parte de la cultura en la cual yo me formé y la cultura de la cual soy parte, que es la cultura del Caribe”.
Bienvenido Rosendo Granda Aguilera, nació en el hogar de José y Teodora, ubicado en el icónico Barrio de Jesús María, en La Habana, Cuba, la Isla mayor del Caribe, el lunes 30 de agosto de 1915,
Aun siendo un niño tuvo que trabajar en largas jornadas para ayudar a la economía familiar, pues su padre falleció cuando él contaba con tan solo seis años de edad. Ya en su juventud estuvo durante un tiempo importante, como conductor de bus urbano o guagua, como se conoce el transporte público en Cuba.
Desde niño siempre cantaba haciendo sus oficios. Pero como para el que nace con sangre de cantante, tarde o temprano el universo entero la reclama para sí, y se confabula para que se den las condiciones necesarias y se escuche su voz, ya siendo un joven de 16 años, por su talento que empezó a ser conocido, fue llamado a ser vocalista de orquestas tan importantes como la Riverside, El Conjunto Caney y Los Hermanos Castro entre otras.
En 1935 fue vocalista del Sexteto Carabina de Ases, que era dirigido por Mariano Oxamendi. Un año después, en 1936, ingresó al Septeto Nacional de Cuba, de Don Ignacio Piñeiro Martínez, grabando con ellos su primer disco de 78 revoluciones por minuto, que contenía, por el lado A, “A gozar la conga” y por el lado B, “Juramento en la tiniebla”.
Su carrera seguía en ascenso, y con tan solo 26 años de edad, en 1941, el boricua Cuarteto Marcano, visita a Cuba y es invitado a grabar con ellos, otro disco de 78 rpm que contiene: “Dulce desengaño” y “Desvarío”. En mayo de ese mismo año graba otro 78 rpm, pero esta vez con el Trío Servando Díaz, “Feliz viaje” y “Majadera”.
Llega el punto de partida hacia la cúspide. El 16 de diciembre de 1945 ingresa a La Sonora Matancera como cantante de planta, por una recomendación que de él hiciera Humberto Cané, hijo del Fundador y primer director del Decano de los Conjuntos Cubanos, Valentín Cané. Además debía colaborar en los coros junto a Carlos Díaz “Caíto” y Don Rogelio Martínez.
A principios de 1946, inicia sus grabaciones con la Sonora, bajo el sello Panart, en discos de 78 rpm. El primer disco incluye por el lado A, “Dice mi gallo” y por el lado B, “El cuento del sapo”. El segundo disco, por el lado A, “Echa pa’lla chico” y por el lado B, “La ola marina”. El tercero, por el lado A, “Acomodando” y por el lado B, “Camina Juan Pescao”
Bienvenido Granda realizó con la Sonora Matancera aproximadamente unas doscientas veinte grabaciones, siendo el cantante que más grabaciones dejó con el conjunto. Estuvo cerca de diez años con la Sonora, hasta el mes de marzo de 1954, cuando en su última presentación en vivo, y con el bolero “Pecaste de Infiel” de José Slater Badán, se despidió del decano de los conjuntos cubanos. Una versión indica que el retiro se dio por insatisfacciones económicas. La otra versión dice que el estricto don Rogelio Martínez lo expulsó por indisciplina, pues Granda había viajado a presentarse en Barranquilla, sin su permiso.
EL BIGOTE QUE CANTA.
El origen del apodo se dio en una presentación cantando en vivo con la Sonora Matancera, en el programa "La Onda de la Alegría", de Radio Progreso de La Habana. Los locutores Óscar del Río Vazquez y Gustavo Pimentel Medina lo bautizaron como "El Bigote que Canta" apelativo que lo acompañaría por el resto de su vida.
BIENVENIDO EN COLOMBIA.
En el año de 1955, un año después de su retiro de la Sonora Matancera, viajó rumbo a Barranquilla, donde realizó la grabación de 18 temas para nueve discos de 78 rpm, para el sello Tropical, acompañado por la Sonora Tropical o Los Rítmicos de Juancho Esquivel, como también se conocía a la agrupación dirigida por el maestro Esquivel.
Luego, en ese mismo año, se traslada a Medellín donde graba para el sello Silver, con la Sonora Antillana dirigida por el maestro tulueño, Edmundo Arias “Cabecenido” y con la Sonora Silver, dirigida por el maestro Lucho Bermúdez.
Hacia finales de 1960 se radicó en Brasil. Allí grabó algunas canciones de Milton Santos de Almeida, “Miltinho”, grabando su voz sobre las pistas que el mismo cantor brasilero le facilitó.
Luego se trasladaría a Venezuela, y finalmente se radicó en México, donde se nacionalizaría y viviría con su esposa Cruz María Acosta y su hijo menor Bienvenido Granda Acosta. En México se presentaba regularmente en programas musicales de la radio y la televisión.
SU MUERTE.
En 1983, fue internado padeciendo de trastornos gastrointestinales, además de una afección pulmonar que lo afectaba desde muy joven. Murió en la mañana del sábado 9 de julio en el Centro Quirúrgico de México. Sus restos reposan en el sector de actores, ubicado en el Panteón Jardín de la Ciudad de México.
OPINAN LOS MELÒMANOS:
Para Alfredo “Salsa” Caicedo, investigador, Melómano y escritor del libro 'La Sucursal del Cielo en su salsa', Bienvenido Granda es una de las insignias de la música antillana.
Dice “Salsa” Caicedo, que su estilo era más orientado a lo romántico, le cantó al amor y al desamor. A Bienvenido lo Reemplazó Daniel Santos, pero fue Granda quien dejó un número mayor de grabaciones con La Sonora Matancera.
 Agosto
2015
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