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 Nacido 
              el 17 de septiembre de 1948 en Puerta de Tierra, barrio de San Juan, 
              Puerto Rico, de familia de clase media, Raphy quedó huérfano 
              de madre cuando apenas contaba con tres años de edad. Una 
              década más tarde, en plena preadolescencia, el sentido 
              de pérdida lo volvió a impactar al morir su progenitor. Recibió 
                su educación elemental, intermedia y secundaria en el colegio 
                San Agustín, localizado en el mismo barrio donde nació. 
                Al graduarse de la Escuela Superior recibió el honor de "Excelencia 
                General". Ingresó en la Universidad de Puerto Rico con 
                matrícula de honor, donde estudió Administración 
                Comercial, especializándose en Administración de Negocios 
                y Contabilidad. Desde 
                muy temprano en su adolescencia, Raphy Leavitt dejó sentir 
                su inquietud por la música popular. Inicialmente estudió 
                acordeón en la Academia de George Kudirka. Posteriormente 
                formó el conjunto musical Los Señoriales y en 1966, 
                fundó La Banda Latina. En esta etapa de su carrera Raphy 
                sólo interpretaba los éxitos de otras orquestas. Pero 
                la informalidad de muchos de los integrantes de ambos grupos llevó 
                al joven músico a buscar una forma más seria de abordar 
                la salsa. Al llegar a 
                sus años de universitario, comienza a despertar en Raphy 
                el deseo de aportar algo positivo al género afroantillano, 
                el cual era considerado escandaloso y sin sentido. En esta etapa 
                de su vida, Raphy se propuso demostrar que dicha música podía 
                enriquecer a la sociedad con canciones que llevaran un mensaje, 
                sin necesidad de recurrir a la chabacanería. Cuando en 1971 
                la salsa dominaba el pentagrama puertorriqueño era un hecho 
                consumado, Raphy Leavitt apareció con una nueva orquesta 
                de jóvenes talentos llamada La Selecta. Su primera composición 
                se titulo "Payaso", un bolero montuno cuya grabación 
                marcó un triunfo trascendental para la novel orquesta La 
                Selecta. En esta composición Raphy introdujo a la música 
                de la salsa la utilización de soneos (inspiraciones del vocalista) 
                en forma de décimas puertorriqueñas. Con esta selección 
                La Selecta se colocó entre las principales orquestas de Puerto 
                Rico; trascendió en el pentagrama con canciones como "Te 
                equivocaste" y "Lamento rumbero" y recibió 
                los galardones Disco de Oro y 45 de Oro. En 1972, al 
                cumplir La Selecta su primer aniversario, surgió de la inspiración 
                de Leavitt, su segundo super éxito "Jíbaro soy". 
                Canción que marca el período de la afirmación 
                nacional en la salsa de los 70's, "Jíbaro soy" 
                reafirmó la fuerza de La Selecta y la encumbró nuevamente 
                hacia primeros lugares. Debido 
                al éxito de esta canción, la orquesta salió 
                en gira artística por el Este de los Estados unidos, sin 
                haber terminado la grabación del disco de larga duración 
                donde aparecía "Jíbaro soy". Desafortunadamente 
                el grupo tuvo un fatal accidente automovilístico en Connecticut 
                en el que perdió la vida el trompetista de la orquesta Luisito 
                Maisonet, mientras el propio Leavitt quedó al borde de la 
                muerte. Tanto Raphy 
                como otros tres integrantes de la orquesta permanecen hospitalizados 
                por seis largos meses. Pero mientras se recuperaba de las heridas, 
                le surgió la inspiración para uno de los éxitos 
                más impactantes de su trayectoria: "La cuna blanca". 
                Como homenaje póstumo a la memoria de Luisito, esta composición 
                se difundió con fuerza en territorio nacional, así 
                como trascendió en países como Panamá, Venezuela, 
                Colombia y en el mercado latino del los Estados Unidos. "La cuna 
                blanca" le dio Raphy su segundo Disco de Oro. Pero además 
                le mereció el premio "Compositor del Año" 
                y el "Busto de Oro Rafael Hernández".En el primer concierto de Nueva York, luego del accidente, recibió 
                la "Placa de Bronce del Madison Square Garden" En su visita 
                a Panamá se le otorgaron los premios Búho de Oro, 
                Grupo Orquestal más popular y Orquesta Internacional más 
                Popular.
 Produce en 1976 
                el cuarto éxito de La Selecta; "El buen pastor", 
                por el cual recibió un 45 de Oro y entró de lleno 
                al mercado de Venezuela. La Selecta recibió 
                en 1987 el Premio Diplo como Orquesta del Año. Tras 19 años 
                de labor profesional, Raphy Leavitt comenzó en la década 
                del 90, estableciendo su propio sello disquero, identificado como 
                R.L. Récords. "Café 
                colao", "Soldado", "Amor y paz", Lamento 
                Jíbaro", "Dueña y señora" y 
                "A la sombra del flamboyán", han sido algunos de 
                los éxitos musicales que han coronado la labor de Raphy Leavitt 
                y su orquesta La Selecta. Esta agrupación, 
                que ha contado con las voces de figuras como Sammy Marrero, Tony 
                Vega, Carlitos Ramírez, Osvaldo Díaz, se ha mantenido 
                firme en su propósito de no recurrir a la vulgaridad o a 
                temas de doble sentido para ganar popularidad. 
 Salsa 
              con olor a patria En 
                1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar 
                una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las 
                bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical.   Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones 
                que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió 
                en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en 
                la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio 
                del género la herencia de nuestra música campesina, 
                despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero 
                autóctono, con énfasis en la décima y el seis 
                chorreao.   Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad 
                de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único 
                que enriqueció el género.   Así surgió La Selecta, una agrupación que en 
                términos líricos se enfocó en interpretar canciones 
                para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por 
                la justicia social".   "En 
                una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir 
                lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica 
                es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente 
                en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico, 
                conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt.   Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas 
                que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones, 
                en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus 
                letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación 
                de sus cantantes.   La Selecta se erigió como una entidad musical diferente, 
                con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música 
                popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó 
                al género un nuevo estilo.   El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación 
                selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba, 
                plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta 
                una expresión de "salsa jíbara".   Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt, 
                quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación 
                del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar 
                el reto de esa experimentación e innovación rítmica. 
 En 
                su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos 
                que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso" 
                (1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy" 
                (1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre 
                las favoritas del público.   La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro 
                soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable 
                de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció 
                inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy 
                Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad 
                de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento 
                de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos.   El niño del piano acordeón  La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en 
                su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que 
                ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en 
                el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre, 
                José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus 
                tías Jessie y Roselín interpretaban el piano.   También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile 
                de talentos que se presentaba en el programa de televisión 
                que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la 
                "pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por 
                el sonido del piano acordeón.   "Yo 
                veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano 
                acordeón y yo le decía a papi que ése era el 
                instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco 
                años y él me apuntó en la academia de Goerge 
                Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la 
                parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié. 
                Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes", 
                afirma.   Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18 
                años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia 
                profesional en la música en una agrupación familiar, 
                El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón 
                Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo), 
                Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz 
                y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt 
                Rey (piano acordeón).   La banda se caracterizó por la interpretación de la 
                música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble, 
                el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable.   Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la 
                salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar 
                parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón, 
                Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió 
                crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales 
                y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música 
                tradicional.   "Yo 
                ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón. 
                Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura, 
                al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda 
                se percató de que el nombre "era muy fino para la música 
                popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina".   Salsa con conciencia nacional  Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del 
                joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto 
                que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas 
                que "gente clasista" vertían contra la música 
                popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar 
                nuevos rumbos.   "Hubo 
                muchos que entendían que la música popular era chabacana 
                y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de 
                El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo 
                que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran 
                mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo 
                estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos 
                de la época, que carecían de contenido y mensaje", 
                relata.   Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva 
                fórmula que conjugara su ideario social con sus patrones 
                armónicos y que uniera su visión de mundo con la musicalidad 
                salsera. Se aproximaban nuevos retos para Raphy Leavitt, un desafío 
                que sólo podía enlazarse en un proyecto distinto, 
                atípico y selecto. Fatídico 
                accidente marca la historia de la orquesta  La 
                noche del 28 de octubre de 1972, mientras cinco integrantes de La 
                Selecta se transportaban de Nueva York hacia Connecticut para cumplir 
                con sus compromisos profesionales, el vehículo en el que 
                viajaban impactó contra una valla en la carretera dejando 
                un saldo de dos muertos: Jesús Ruiz, el chofer, y Luisito 
                Maisonet, trompetista y fiel colaborador de Raphy Leavitt.   Como consecuencia del fatídico accidente, el líder 
                de la agrupación sufrió una contusión cerebral 
                que lo mantuvo inconsciente por cuatro meses. También sufrió 
                fractura masiva en su cadera –que se rompió en 114 
                pedazos de huesos y tuvo que ser remendada con tornillos y clavos– 
                y lesiones en el nervio ciático. Otro de los músicos, 
                Richard López, el trombonista, tuvo fracturas en el fémur 
                izquierdo.   Postrado en una cama, sedado y en desconocimiento de los detalles 
                del nefasto accidente, Raphy Leavitt vio en sus sueños las 
                imágenes que iban dándole forma a las incidencias 
                de aquella noche. Tuvo la visión de una cuna blanca y de 
                la imagen de su eterno amigo, Luisito Maisonet, vestido de negro.   "Una 
                mañana escuché su trompeta y cuando abrí los 
                ojos lo vi, y él me dijo: 'Ahora sí te voy a ayudar'", 
                narra con pesar el veterano músico.   De esa experiencia brotaron las letras de "La cuna blanca" 
                , tema que se incluyó en el disco "Jíbaro soy" 
                y que fue galardonado con un "Disco de Oro".   Sin embargo, cuenta Raphy Leavitt, que mientras estuvo hospitalizado 
                hubo músicos que en su afán trataron de copiar su 
                propuesta musical y el estilo original de La Selecta, aunque sin 
                éxito. El desencanto que le derivó "la mala fe" 
                de sus colegas lo llevó a darle tema a su cuarta producción 
                discográfica "Herido" (1974), que incluyó 
                "Lamento jíbaro", "Dueña y señora" 
                y "Mentira", entre otros.   Luego de ese álbum llegó "A Record Inferno" 
                (1975), seguido por "De frente a la vida" (1976), este 
                último con los éxitos "El buen Pastor", 
                "Viento" y "Te arrepentirás".   A finales de la década llegó el disco "Cosquillita" 
                (1978) –que dio a conocer al joven vocalista Tony Vega– 
                y "Soledad", la última producción realizada 
                para el Sello Borinquen.   La Selecta ha ganado tres "Discos de Oro" y ha sido proclamada 
                en Panamá como "Grupo Orquestal más Popular" 
                (1972) y "Orquesta Internacional más Popular" (1973), 
                además de ganar el "Búho de Oro" (1974). 
                Este año obtuvo en Puerto Rico el premio "Tú 
                Música", en la categoría de "Mejor Grabación 
                Salsa" por su álbum "Raphy Leavitt y La Selecta: 
                30 años de historia musical". Selecta 
                expresión del sentimiento popular  En 
                la memoria de Raphy Leavitt aún persiste el retrato de la 
                gente de su barrio pobre de Puerta de Tierra, junto a la que conoció 
                la pobreza, la marginación social y el fango.   Poco a poco esas estampas se fueron fijando en su recuerdo, volcándose 
                más tarde en melodías con textos sociales que se ocuparon 
                de narrar las experiencias de vida de aquellos parroquianos, como 
                se aprecia en la canción "Mi barrio" y "Corazón 
                de niño".   Sus canciones también se ocuparon de presentar el sentimiento 
                religioso que clama por la perseverancia y la lucha, como dice "El 
                buen Pastor", uno de los primeros temas religiosos que se graban 
                en ritmo salsero.   "Somos 
                una familia"  Más que una agrupación musical, Raphy Leavitt ha procurado 
                hacer de su trabajo artístico la extensión de su familia, 
                tratando a sus músicos como parientes y sosteniendo con ellos 
                una estrecha relación afectiva.   "Somos 
                una familia y si echamos pa' lante, echamos juntos", sostiene 
                el pianista.   Dice, además, que su propuesta siempre ha buscado alejarse 
                del concepto musical de la Fania, procurando ser más selectos 
                en la compilación de su repertorio, en la musicalización 
                de los temas –distanciándose de los patrones afrocaribeños– 
                y presentando un comportamiento colectivo a tono con sus reflexiones 
                sociales.   "Siempre 
                le he dicho a los muchachos, desde el primer día, que si 
                estamos predicando una visión de mundo diferente, una forma 
                de ser, no podemos permitir abusos con el pueblo, ni con mujeres, 
                nada de perdición, ni uso de drogas, ni abuso de alcohol", 
                confiesa.   La Selecta se alza como una de las agrupaciones más portentosas 
                del país justo en los años en que el imperio de Jerry 
                Masucci y Johnny Pacheco, regentes de la Fania, dominaba el mercado 
                de la música caribeña.   En cambio, Raphy Leavitt nunca aceptó formar parte del equipo 
                de bandas que agrupaba Fania, optando por la fidelidad que le guardaba 
                a su sello disquero, Discos Borinquen, no empece a los acercamientos 
                que recibió del propio Masucci.   Y es que La Selecta se midió mano a mano con las grandes 
                y afamadas orquestas de la época, y sin contar con los recursos 
                promocionales que disponía Fania para mercadear sus productos 
                se convirtió en una de las más importantes bandas 
                salseras de Puerto Rico, calando con fuerza en el mercado latino 
                de Estados Unidos, Europa y Asia.   Su secreto, sostiene Raphy Leavitt, fue establecer el principio 
                de transformar la lírica salsera con mensajes sociales, sin 
                dejar de ser bailable y sabrosa pero "sin entrar en la chabacanería 
                de sábanas mojadas, ni en la vulgaridad".   De esa manera, cuando los temas sensuales y eróticos comenzaron 
                a dominar el escenario salsero, La Selecta produjo el álbum 
                "Provócame" (1990), una muestra más de las 
                posibilidades melódicas y líricas que tiene el trato 
                del tema amoroso lejos de lo ordinario y lo impúdico. Luchador 
                incansable  A 
                los tres años de edad, Raphy Leavitt perdió a su madre 
                y cuando era apenas un adolescente su padre murió, por lo 
                que se crió con sus tías Jessie y Roselín Leavitt.   Estudió gerencia y contabilidad en la Universidad de Puerto 
                Rico en Río Piedras y llegó a desempeñarse 
                como maestro de nivel secundario en el colegio San Agustín 
                de Puerta de Tierra, donde estudió de niño.   Antes de crear La Selecta, el músico no había grabado 
                ni compuesto tema alguno.   En el arte de la composición ha logrado un catálogo 
                de sobre 120 temas, de los que cerca de 90 han sido grabados.   Joe Quijano, Daniel Santos, Gilberto Santa Rosa y Marc Anthony han 
                sido algunos de los artistas que han interpretado los temas "Jíbaro 
                soy" y "Payaso".   El director de La Selecta no vacila en criticar el "sonido 
                genérico" de las nuevas orquestas de salsa "que 
                no hace que los nuevos intérpretes se identifiquen".   Asegura que su orquesta es una de las pocas instituciones salseras 
                del país que se ha curtido con un estilo y sonido único, 
                brindándole al público alternativas diferentes dentro 
                de un mismo género, sin saturarlo.   Fue la primera orquesta que introdujo a la salsa el sonido de la 
                música típica.   En 1971 Raphy Leavitt visitó todas las casas discográficas 
                puertorriqueñas ofreciéndoles su orquesta para grabar 
                un disco y nadie le dio la mano porque "decían que no 
                se iban a arriesgar con una banda de jóvenes". Sólo 
                el sello Discos Borinquen, del cubano Darío González, 
                le dio la oportunidad.   "Oye 
                mi bongó"  Las últimas grabaciones de Luisito Maisonet están 
                contenidas en el disco "Jíbaro soy", en el que 
                se destaca su interpretación de la trompeta en el bolero 
                "Consentida".   La única composición de Sammy Marrero, "Sólo 
                fuiste una más", fue incluida en la producción 
                "Diez años sembrando semillas en el alma del pueblo" 
                (1982).   El cantante Tony Vega debutó con La Selecta con el éxito 
                "Cosquillita", en 1978.   La Selecta fue pionera en los temas religiosos en la salsa al grabar 
                "El buen Pastor", en la producción "De frente 
                a la vida" (1976). El bolero "Y vuelvo a fallar" fue grabado como salsa en 
                1993, en un homenaje a Raphy Leavitt, por la orquesta La Mulenze, 
                en su álbum "De regreso".
  Los temas "Payaso" y "La cuna blanca" le valieron 
                el premio "Busto de Oro Rafael Hernández", otorgado 
                por la viuda del afamado compositor puertorriqueño, María 
                Pérez, en una ceremonia efectuada en San Juan, en 1973.   Los temas "Amor y paz" y "Destino humano", ambas 
                del disco "Mi barrio" (1972), fueron el hit parade simultáneamente.   En menos de dos años, La Selecta se colocó como una 
                de las agrupaciones más impactantes del patio musical, logrando 
                un éxito arrollador que los llevó a visitar Centro 
                y Sudamérica, Europa, Asia, África y las principales 
                ciudades de Estados Unidos.   Los temas "Lamento jíbaro", "Parranda selecta", 
                "Fiestas de Navidad" y "Somos el son" intercalan 
                un seis mapeyé dentro del cuerpo de la canción.   Por 23 años, Carlitos Ramírez fue el segundo vocalista 
                de La Selecta, y es recordado por sus éxitos "La cuica" 
                y "La guiñaíta". El tema "Dueño y señora", interpretado por 
                Feliz "Dino" Guy Casiano, se convirtió en un éxito 
                en Haití y la República Dominicana.
 Otros cantantes que pertenecieron a La Selecta fueron Alex D'Castro, 
                Eddie Santiago, Rafy Miranda y Roberto Ortiz. Sólo los dos 
                últimos grabaron con la orquesta, en 1980.
 En la actualidad, Sammy Marrero comparte la responsabilidad vocal 
                de la agrupación con Samuel Antonio ("Tony") Rivas.
 Defensor 
                de la salsa con conciencia  El 
                enunciado que condujo a la creación de la orquesta La Selecta, 
                en 1971, estuvo matizado por el reto de probar que la música 
                arraigada al sentimiento popular merecía ser enriquecida 
                con mensajes de conciencia social que abordaran las aspiraciones 
                y anhelos de los sectores marginados del país, despertando 
                su juicio y su cordura para que lucharan por un mejor país.   "Era 
                necesario que lleváramos en nuestra música alivio, 
                un mensaje de paz y comprensión que le dijera a la gente 
                vamos a luchar, vamos a marchar juntos para subir poco a poco. Dije 
                que esta orquesta iba a ser diferente a las demás porque 
                iba a un mensaje a la humanidad, como dijimos en el tema 'Destino 
                humano', que escribió el bongocero de la orquesta, Felipe 
                Román", afirma un inquebrantable Raphy Leavitt.   Crear algo diferente, "selecto en el contenido de sus canciones 
                pero con un sonido sabroso para gustar a los bailadores" llevó 
                al entusiasta músico a una nueva exploración artística: 
                la composición.   "Ahora 
                tenía que empezar a componer esas canciones y como iba a 
                ser un estilo único y diferente tuve que crear las letras 
                y sus arreglos musicales. Todo esto por la presión que veía 
                y notaba que caía sobre el género, que era criticado 
                por no tener valor", dice, al tiempo que recuerda sus primeras 
                composiciones: "Óigame, señor", "Lamento 
                rumbero", "Payaso", "Te equivocaste" y 
                "Vive tu vida".   Las primeras letras creadas por el músico, puestas sobre 
                un pentagrama, hilvanaban sus líneas poéticas en textos 
                que le hablaban a la gente de su barrio "que eran pisoteados 
                por otros", más poderosos.   Sammy Marrero: La voz de la diferencia  La faena de armar una nueva agrupación le tomó semanas 
                y una vez logrado su objetivo, Raphy Leavitt tuvo que aguardar siete 
                meses antes de hallar el intérprete que capturara en su voz 
                la esencia del sentimiento que quería transmitir.   "Ensayábamos 
                todos los días en mi casa de Puerta de Tierra y tu veías 
                la gente del barrio 'empaquetao', oyendo, pero no habían 
                coros ni cantantes. Hasta que una noche Richard López, mi 
                trombonista, me dice que conocía a un flaco en el kilometro 
                ocho de Bayamón que se llamaba Sammy (Marrero). Ya había 
                probado otros cantantes, pero sin lograr la compenetración 
                de autor y cantante, que era el triunfo de poder llevar un mensaje 
                contundente. Entonces fuimos a ver a ese flaco, en el caserío 
                Falín Torrech (de Bayamón)", narra.   El primer encuentro del músico con el cantante fue malogrado. 
                Sammy Marrero estaba enfermo de pulmonía y no pudo ponerse 
                en pie para recibir a sus inesperados visitantes. Se hablaron a 
                la distancia y sólo alcanzaron a intercambiar una grabación 
                con los temas que había repasado la orquesta.   "Hoy 
                no puedo conocerte pero escúchalas (las canciones) y cuando 
                te sientas bien me llamas y hablamos", relata Raphy Leavitt, 
                en la rememoración de su primera vista al vocalista.   Cinco meses más tarde se produjo la llamada pactada, y el 
                ensayo.   "Cuando 
                Sammy abrió la boca aquel barrio explotó, las barras 
                se vaciaron… tú sabes cuando la música llega 
                y yo le dije has pasado la prueba con el pueblo y él me dijo: 
                'Llevo 16 años cantando, me ha llegado mi oportunidad y no 
                la voy a desperdiciar", detalla Raphy Leavitt.   Antes de unirse al joven pianista, Sammy Marrero, quien nació 
                en Coamo el 16 de febrero de 1942, había participado en las 
                orquestas de Osvaldo Valentín, La Masacre, Los Muchachos 
                de don Jesús y el trío Los Tempest.   Audaz en el arte de la versación campesina, la fuerza interpretativa 
                de su voz fue determinante para el éxito que alcanzó 
                La Selecta a su arribo al mercado musical, en particular por su 
                vocalización de "Payaso", un tema cuyo mensaje 
                abraza la experiencia del desgarre amoroso para tratar las contradicciones 
                sociales que emanan de la lucha de clases.   "Quería 
                presentar en una canción de amor el daño que se le 
                quería hacer a la clase (social) de abajo. Hubo ciertos sectores 
                que querían marginarnos y nos clasificaban como despreciables 
                y como si no aportáramos nada a la cultura del país", 
                declara Raphy Leavitt.   "Payaso", 
                que permaneció tres meses como la canción favorita 
                de la radioaudiencia nacional, se destacó, además, 
                porque a media melodía se convertía en un montuno 
                y sus improvisaciones se transformaban en un largo monólogo. Leavitt, 
                Raphy - Salsa   Líder de banda de salsa, pianista, compositor, arreglista 
                y productor Raphy Leavitt nació el 17 de septiembre de 1948, 
                en la sección Puerta De Tierra de San Juan, Puerto Rico.   Nacido en una familia de clase media, la madre de Leavitt muere 
                cuando el tenía solamente tres años de edad. Diez 
                años más tarde, quedó huerfano a la muerte 
                de su padre. Sin embargo, Leavitt mostró gran interés 
                por la música y a temprana edad comenzó tocando el 
                acordión.   En su temprana adolescencia formó su primera banda musical 
                y en 1966 otra, llamada La Banda Latina, tocando trabajos compuestos 
                por otros. Sin embargo, después de su graduación de 
                la Universidad de Puerto Rico, formó otra banda llamada La 
                Selecta, en 1971. Esta última banda, que consistía 
                en trombones y trompetas, bajo, piano, voces, y sección de 
                ritmo con conga, bongo, timbales, cencerro y güiro, tocaría 
                las propias composiciones de Leavitt.   El grupo firmó con Borinquen Records y lanzó 10 álbumes 
                en el curso de los siguientes ocho años.   Su primera composición en convertirse en éxito fue 
                "Payaso", que se convirtió en disco de oro por 
                sus ventas. Es un bolero montuno en el cual Leavitt utilizó 
                "soneos", o improvisaciones, en la forma de décimas 
                como se hace típicamente en la música folklórica 
                Puertorriqueña. Leavitt y La Selecta siguieron con canciones 
                éxitos como "Te equivocaste" y "Lamento rumbero", 
                rápidamente ubicándose en el centro de atención 
                de la música de salsa. El álbum debut del grupo La 
                Selecta también se convirtió en disco de oro y el 
                siguiente año, Leavitt y La Selecta lanzaron el gran éxito 
                internacional Jíbaro Soy.   El éxito de la canción le ofreció a Leavitt 
                y a la banda la oportunidad de hacer una gira de concierto en los 
                Estados Unidos. Trágicamente, la banda se vio envuelta en 
                un accidente de tráfico en una autopista en Connecticut (Estados 
                Unidos), en donde murió el trompetista Luisito Maisonet y 
                en donde casi pierde la vida Leavitt. Otros tres miembros de la 
                banda fueron hospitalizados. Después de seis meses en el 
                hospital, Leavitt se recobro y fue dado de alta.   Su segunda canción éxito y disco de oro fue "La 
                Cuna Blanca" la cual Leavitt compuso en memoria de Maisonet 
                aun estando en el hospital. La canción estuvo en primer lugar 
                en las listas musicales en Puerto Rico y en las de varios países 
                de América Latina, y también apareció en la 
                cartelera latina de Billboard. Esta canción llevó 
                a Leavitt a ganar el premio Rafael Hernández al "Compositor 
                del Año".   La siguiente canción en convertirse en éxito fue "El 
                Buen Pastor" del álbum De Frente A La Vida de 1976. 
                Este también fue un éxito internacional y se convirtió 
                en disco de oro por sus ventas. Dos años después, 
                Tony Vega se integró a la banda y cantó como voz principal 
                al lado del cantante principal Sammy Marrero, en muchas de las canciones 
                del siguiente álbum, Raphy Leavitt La Selecta Orchestra en 
                1978. Vega subsecuentemente dejó la banda para unirse a Willie 
                Rosario.   Leavitt luego cambio de empresa disquera; escogiendo a TH Records, 
                con quien lanzó tres álbumes entre 1981 y 1983. Durante 
                ese tiempo, Carlitos Ramírez se incorporó a la banda 
                como cantante co-líder en su álbum para conmemorar 
                su décimo aniversario.   Leavitt decidió cambiar de casa discográfica una vez 
                más y esta vez se fue con Bronco Records, manejada por Bobby 
                Valentín. Leavitt grabó dos álbumes bajo el 
                sello Bronco. Para el primero, Leavitt trajo al talentoso arreglista 
                y pianista, Isidoro Infante, quien escribió muchas de las 
                canciones incluídas en este album: Somos El Son. El siguiente 
                año, Leavitt y La Selecta ganaron el premio puertorriqueño 
                Diplo de la industria de la música a la Mejor Banda del Año.   En 1988, los cantantes principales de la banda se incrementaron 
                a tres con la adición de Osvaldo Díaz y lanzaron el 
                álbum Se Solicita Un Cariño en 1988. Infante una vez 
                más hizo una gran contribución; arreglando todas las 
                canciones.   Leavitt luego lanzó su propia empresa discográfica: 
                RL Records en 1990 con la cual grabó su siguiente álbum 
                Provócame. El álbum tuvo un éxito fenomenal, 
                llegando a ocupar la cartelera latina de Billboard. La canción 
                principal es un número de salsa romántica cantada 
                por Díaz y arreglada por Infante, y llego a ocupar entre 
                las primeras 5 posiciones de las listas musicales en Puerto Rico. 
                Otros álbumes y compilaciones siguieron, que incluyen el 
                reciente álbum Oro Salseros en donde aparece el éxito 
                ../music/raphy_leavitt-oro_salsero-a_tropezon.mp3 A Tropezón.  |