Las noches del invierno 2013 son bien primaverales. El barrio del Abasto nos recibe con el mismo frenético movimiento de Buenos Aires que se caracteriza en su posmodernidad “shoppingnera”, justo en frente de un lugar salsero por excelencia: Azúcar Abasto.
Este año, Azúcar Abasto cumplirá, en Septiembre, 20 años. Precisamente, en el Aniversario Nº 20 del paso a la inmortalidad de Héctor Lavoe, AMS se encuentra conversando y homenajeando a uno de los lugares tradicionales de la salsa porteña. ¿Suerte? ¿Casualidad? Según Daniel Anfuso es categórico en esto: “Si, fue suerte”
Luego de 20 años en Argentina, con producciones internacionales como Gran Combo de Puerto Rico, por ejemplo, entre otros; con crisis nacionales las cueles lograron que otros míticos y fantásticos reductos salseros de Buenos Aires desaparecieran; sobrellevar algunos prejuicios, AMS pregunta cómo se logro. Daniel insiste en decir: “suerte, para esto hace falta suerte”. No se adjudica responsabilidad en la continuidad de Azúcar pero si detalla los múltiples aspectos que tuvo en cuenta para organizar un lugar habilitado clase C, como local bailable, sobrellevar las muchas inspecciones por mes y sobrevivir en el intento con un alto costo económico. Es mucho más costoso lograr y sostener la habilitación de un local bailable, con todo en regla, que no hacerlo. Es una verdad de Perogrullo, si, pero necesaria aclararla considerando que en el ambiente de la salsa difícilmente se encuentre un lugar habilitado con estas características.
Para celebrar los 20 años de Azúcar Abasto ya están los preparativos con invitados y bandas internacionales que Daniel prefirió mantener la reserva del caso y darlas a conocer en su momento. Sin duda, será un evento digno de tirar la casa por la ventana. Y no es para menos.
Es cierto que Azúcar Abasto es un lugar apto para todo público, mayor de 18 años, donde quien se acerque encuentra una pista de salsa y otra de bachata, toda la noche. Pero también, se observó que concurre gente que no toma clases de salsa, que no es “el salsero” que va a las fiestas, sino público en general. AMS intenta destacar este aspecto considerándolo muy importante para la buena salud de la salsa. Dice Anfuso: “la idea es abrirnos cada vez más sin perder la identidad. Nuestra identidad es un local de salsa que pasa otra música, también. Azúcar es para todos pero no todos son para Azúcar. Nosotros tuvimos que soportar muchos prejuicios porque acá viene a bailar gente de todas las nacionalidades. Pero cuando las cosas se van dividiendo y cerrando, se terminan muriendo”.
Este último concepto es central, taxativo y demuestra la continuidad de 20 años de trabajo ininterrumpido y con éxito, poniendo en duda que solo fue suerte desde hace tantos años.
Explica Daniel: “en la salsa se fueron dividiendo mucho y se van cerrando según los grupos que se van armando. En la bachata está pasando eso: el de la bachata urbana o de la otra más pegada al cuerpo. Son divisiones que llevan a que las cosas se cierren, queden sin oxigeno y se extingan”.
Por lo tanto, cuando se ve a una persona oriunda de USA, de Perú, de Colombia, de Paraguay, de China, de Australia, sin que hayan tomado clases de salsa, bailando en la pista, divirtiéndose, jugando con los ritmos, es una bocanada de aire fresco. Porque en definitiva, este ambiente tan querido donde nos jactamos que no hay disturbios, hay respeto, cortesía, se valora a la mujer, no hay borrachos que se descontrolen, no se agarran a las trompadas, en fin, todo eso que hace que nuestro ambiente sea un lugar digno de disfrutar, también es un lugar para divertirse con la música, jugar con los sonidos, distenderse, pasarla bien. Luego, si nos sale mejor un paso que otro, es harina de otro costal y es lindo ver que eso queda en segundo plano. Y que la gente solo se divierte así, como es, rebelde y angelical.
El nombre del boliche, en parte se debe a que está ubicado en el barrio del Abasto, frente al shopping, “en una época que parecía el Bronx porteño”, aclara Daniel. Pero el condimento para hacer que las noches sean sabrosas surge justamente de la canción bien de Buenos Aires “Azúcar, pimienta y sal”, desmitificando así a quienes creían que esa nominación se la debían a Celia Cruz. Vale aclarar que Azúcar, como local bailable, es un nombre registrado por Anfuso.
AMS quiere dedicar especial saludo y agradecimiento a Daniel Anfuso y todo el personal de Azúcar Abasto por su excelente trato que nos hizo sentir como en casa, en una noche llena de diversión, alegría y mucha música, apta para todo aquel que quiera divertirse. Nada más y nada menos.
Julio 2013 |